martes, 3 de marzo de 2009

En el País de "No Pasa Nada"


Lo dice, lo sugiere Pedro Miguel en su blog http://navegaciones.blogspot.com/: México es el País del "No Pasa Nada". Y no es porque en verdad no suceda nada (más bien, todo lo contrario) sino porque existe un inmenso esfuerzo, continuo, infatigable, por parte del Estado Mexicano y sus voceros, de transmitir una visión de un país diferente al que vivimos todos los días. En este país, los dramas de la realidad vivida rara vez son como nos los presentan. Aquellos, los presentados, nunca o casi nunca son altisonantes. En esos mensajes, hay siempre algo que los despoja de los gritos, de la crispación, del horror moral que los inflama, rojos, explosivos, duros, llenos de dolor e infamia. Los mensajes, así, se dulcifican, se acallan, se suspenden en el aire como pompas de jabón, inocuas. Una de sus virtudes es la de parecer breves, la de tener una vida que sólo se mantiene por algunos minutos, brevísimos, antes de desaparecer detrás de algo que es siempre más amable o, algunas veces, para ocultarse en medio de una sucesión de hechos, dolorosos también, que a golpe de repetición van perdiendo su dureza: el horror que se disipa en su reflejo, interminable. Contra esa realidad, contra la intangibilidad de esa mentira, pocos son capaces de luchar. ¿Cómo se puede luchar contra algo que no se ve, que minuto tras minuto se escapa, se oculta, se esconde tras una gran sonrisa? Porque, usted puede preocuparse por todo lo que pasa aquí, pero no debe olvidar que uno de los valores más sagrados de este país es el optimismo, el de la felicidad declarada y a prueba de desgracias. País del ya ni modo, del a mi todo me vale madres, del a mi no me alcanzan todas esas chingaderas. Y efectivamente, hay una voz, siempre lista a responder ah, qué ha perdido el empleo, no importa: mantenga una actitud positiva y con seguridad encontrará algo mejor. ¿Tiene miedo de quedar atrapado en un fuego cruzado o a que el hampa lo ponga en la mira? Tenga confianza. El ejercito patrulla las calles y pronto erradicarán la muerte y la violencia. ¿No le alcanza para pagar sus deudas? Restructurelas, negocie, no pierda la fe. ¿Encontró muerto a un hermano, padre o hijo? Queda la justicia divina y en este momento usted también deja de existir: si a usted yo no lo nombro, si lo dejo de ver, tampoco nadie más lo verá; aprenda a vivir, en silencio, con su dolor.
sksksksks
Para cada preocupación, para cada temor, existe siempre algo capaz de convocar la calma y la felicidad, aunque ésta sea pasajera. Ya nos encargaremos de que esa momentanea felicidad perdure hasta la siguiente angustia, inaplazable, pero también instantánea. Después, volverá la alegría.
ajajaj
En un país así, cualquier revolución debería de iniciar por la verdad. ¿Qué pasaría si todos se confabularan para no escuchar ya las mentiras, para enfrentar y nombrar sólo la verdad?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que siempre sucede en México, es que los mexicanos se la pasan criticándolo todo y llevando la contra.