viernes, 24 de abril de 2009

Hidra

Se dice que la cabeza fue hallada hace más de 30 años, durante la construcción de una carretera en lo que alguna vez fue el camino sagrado entre Eleia y Lerna. La leyenda cuenta que, al remover una gran roca con maquinaria pesada, se encontró la vacija de bronce en cuyo interior yacía lo que una crónica nombró como "la cabeza viva de un dragón". A partir de ese momento, las historias alrededor de ese suceso y de lo que ocurrió después se confunden con todo tipo de leyendas. Una versión señala que, después de que varios trabajadores cayeron muertos en el sitio, un equipo proveniente de Atenas llegó al lugar y con el mayor sigilo, levantó los cadáveres, compró generosamente el silencio de testigos y se retiró llevándose consigo la cabeza de dragón. Lo que sucedió después, nadie lo sabe, pero se rumora que la cabeza, con su infinita habilidad para anestesiar y encadenar el corazón humano, fue puesta en el interior de una bóveda a la que sólo un guardia tenía acceso. Cada luna nueva, el guardia, un hombre robusto que usaba una barba cuidadosamente recortada y gafas, tenía la obligación de entrar a hacer una inspección. Un día, éste desapareció llevándose consigo la cabeza.

Desde entonces, el mundo vive bajo el dominio de ese hombre. Su cabeza, ese rostro omnipresente, con sus gafas y su barba cuidadosamente recortada, aparece multiplicado en todos los televisores del planeta, proclamando el triunfo de la Hidra a la que, esta vez, según su prédica hipnótica y estúpida, ningún Heracles podrá jamás vencer.

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